Los consumidores y las empresas sienten la presión en sus bolsillos a medida que la pandemia, los conflictos globales y la inflación récord hacen que la producción sea más incierta y las compras diarias más costosas. Sin embargo, los consumidores aún valoran en gran medida los productos sostenibles y están dispuestos a pagar más por ellos.

Por tercer año, CGS realizó una encuesta a más de 1,000 estadounidenses para evaluar las actitudes de los consumidores hacia las compras sostenibles. A pesar de la agitación en el mundo y la economía, la mayoría de las personas de todas las generaciones creen que la sostenibilidad en la moda es al menos "algo importante" y están dispuestas a gastar más en productos fabricados de manera sostenible. Los consumidores de la Generación Millennial y de la Generación Z estaban especialmente preocupados, con alrededor del 60 por ciento de cada grupo a favor de leyes nacionales o globales que regulen las prácticas sostenibles.

Para las marcas, eso significa invertir en tecnología para mejorar la transparencia a lo largo de la cadena de suministro, lo cual es clave para desarrollar prácticas sostenibles. Las recompensas estarán tanto en el aumento de la lealtad del cliente como en la reducción de costos a medida que se encuentren y eliminen ineficiencias.
 

LA SOSTENIBILIDAD VALE LA PENA

La demanda de los consumidores por productos sostenibles no solo se ha recuperado, sino que también ha aumentado significativamente, a pesar de que la economía aún está plagada de incertidumbre y precios en aumento.

En 2020, el número de personas que dijeron que consideran importante la sostenibilidad al comprar ropa cayó al 51 por ciento, frente al 68 por ciento en 2019, quizás debido a los impactos relacionados con la pandemia tanto en el consumo como en la oferta. Sin embargo, en 2022, el 79 por ciento de los encuestados dijo que la sostenibilidad era al menos algo importante, un gran salto desde 2020 y un aumento significativo desde 2019.

El cambio climático está llevando a los consumidores a encontrar formas de tener un impacto a nivel individual con su poder de compra, mientras que los líderes ofrecen soluciones políticas a través de legislaciones como el Proyecto de Ley de Sostenibilidad y Responsabilidad Social de la Moda de Nueva York. Por lo tanto, los fabricantes de ropa se enfrentan no solo a una creciente demanda de bienes sostenibles, sino también a más reglas y regulaciones que exigen procesos respetuosos con el medio ambiente.
 

DIFERENCIAS GENERACIONALES

Las empresas querrán atender este llamado, especialmente si desean atraer a los consumidores más jóvenes que lideran la carga. Alrededor de un tercio de los Millennials y de los Gen Z creen que comprar productos sostenibles no es solo algo importante, sino "muy importante".

Los compradores de la Generación Z son los más dispuestos a gastar por la sostenibilidad, siendo el grupo más propenso a pagar entre un 16 y un 100 por ciento más por productos sostenibles.

Según los hallazgos de Insider, esta tendencia probablemente solo crecerá a medida que la Generación Z envejezca. La revista encontró que para 2030, la Generación Z representará el 27 por ciento de los ingresos del mundo, dándoles el poder de influir en las tendencias de compra y demanda.
 

¿RESPONDERÁN LAS EMPRESAS?

La tendencia hacia la producción sostenible no es nueva. Sin embargo, desde el punto de vista del consumidor, las empresas están quedando atrás. Solo el 34 por ciento de los encuestados pensó que las marcas eran lo suficientemente transparentes sobre sus prácticas de sostenibilidad, por ejemplo.

Independientemente de la demanda de los consumidores, nueva legislación puede obligar a las marcas a cambiar sus sistemas, mientras los legisladores lidian con los efectos del cambio climático. La propuesta de Proyecto de Ley de Sostenibilidad y Responsabilidad Social de la Moda de Nueva York obligaría a todas las grandes empresas en la capital global de la moda a adoptar prácticas más sostenibles y mejorar la transparencia de la cadena de suministro. Casi la mitad de los consumidores encuestados por CGS estaban a favor de la legislación y su potencial para mejorar la sostenibilidad de las marcas.

Para satisfacer las demandas de los consumidores y los legisladores, las empresas deben invertir en tecnología como la Suite Empresarial BlueCherry® de CGS que ayuda a hacer que las cadenas de suministro y la producción sean más transparentes, sostenibles y éticas. Porque tal tecnología permite la optimización, la producción se vuelve más sostenible y menos costosa. Con una mejor visibilidad de la cadena de suministro, las marcas pueden identificar y eliminar ineficiencias, lo que reduce tanto el desperdicio como los costos.

Con cada año que pasa, la sostenibilidad se está convirtiendo menos en un "extra" y más en un imperativo para los consumidores. Las marcas pueden querer escuchar atentamente y luego actuar.

Para más conclusiones clave y tendencias de nuestra encuesta, vea la infografía sobre el Interés en La Sostenibilidad Aumenta para los Productos de Consumo en nuestro sitio web.